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Ficha de Yatagarasu-kun~
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Ficha de Yatagarasu-kun~
Yata Misaki Mar Feb 26, 2013 1:54 am
Nombre del User: Aoisjxoiajosijodijwqoi (?) 
Serie: Project K
Nombre original del personaje: Yata Misaki
Nombre del Personaje: Yata Misaki
Raza: Semidiós
Rango: Noble
Familia a la cual pertenecen o sirven: Eta
Edad: 19 años
Sexualidad: Fushimisexual <3 okno, Bisexual.
Descripción psicológica: Existen millones de palabras con las que se podría describir a Misaki, pero las que más se pronuncian a sus espaldas son sólo dos. Se le describe como un chiquillo irritante y testarudo.
Primero que todo, a Yata jamás se le puede llamar Misaki. Odia su nombre con todo su ser, puesto que a sus propios oídos suena como nombre de chica, y él, siendo un chico de estatura baja, siempre ha tratado de mostrarse como un hombre rudo e inmisericorde. Cosa casi imposible, claro está.
Además, tiene severos problemas de ira. Cualquier insulto que vaya dirigido tanto a él como al jefe de su banda callejera no pasará inadvertido sin antes recibir una gran y bien merecida paliza.
Anexo a todo, Yata también es un muy mal líder. No sabe idear planes y la mayoría del tiempo se deja llevar según sus impulsos salvajes. Suele vérsele enojado y con el ceño fruncido, como un viejo cascarrabias que despliega un constante aire de mala leche.
Aunque uno pueda suavizarlo y logre ganar su confianza, Misaki seguirá siendo igual cerrado y enojón como lo es con los desconocidos, ya que hay ciertos aspectos que sin importar cuánto uno intente de cambiar se mantendrán iguales. Pero, a pesar de que se diga esto, Yata no dudaría ni siquiera un segundo en ayudar a sus amigos.
Por el otro lado, está su problema con las mujeres. Sin importar cuánto trate de ser cruel con ellas siempre titubeará o no sabrá cómo reaccionar, ya que desde que era pequeño nunca tuvo contacto con las chicas, haciendo que éstas se convirtieran en un invaluable objeto en la mente del chico.
Además, puede ser muy emocional con lo que le apasiona, llegando a ser algo extremista.
Descripción física: A pesar de que Yata insiste y cree plenamente que es un hombre maduro, tiene tres desventajas que apuntan a lo opuesto, entre ellas está su estatura, su peso corporal y su ropa.
A pesar de ser un joven universitario de 19 años, Misaki es extremadamente chaparro, llegando a medir un escaso metro con sesenta y siete centímetros. Además, es insólitamente delgado, y no sobrepasa los cincuenta y cinco kilogramos.
Aunque exteriormente no posee musculatura que exponer, en el fondo puede considerársele como un chico bastante fuerte, siendo capaz de manejar a toda una banda de criminales utilizando sólo sus puños.
Su piel es tersa cual piel de bebé, cosa que podría agregarse a la lista que considera como “contras” según él.
Por el otro lado, su cabello es lacio, corto y castaño, además está peinado hacia abajo y las puntas terminan en picos hacia el exterior. Sus ojos, combinables con su cabello, son de un suave color avellana, aunque casi siempre se le ve con el ceño fruncido y una mirada intimidante.
Acerca de su ropaje, suele vérsele con una vestimenta extremadamente holgada, que constituye de una camisa blanca de cuello negro con corte en v cuyas mangas llegan hasta el antebrazo, unas bermudas color verde oscuro, unos calcetines negros y unas zapatillas azules con caña alta. Además, siempre lleva una sudadera roja atada en la cintura, unos audífonos grandes alrededor del cuello, y una gorra negra que le cubre la mayoría del cabello.
A veces, cuando se quita su camisa blanca, se ve que lleva puesta una camiseta suelta color negra sin mangas por debajo.
Imagen:
Posesiones:
- Un par de audífonos grandes.
- Un bate de béisbol plateado.
- Un monopatín negro.
Habilidades: Yata tiene la capacidad de utilizar tanto el fuego rojo como el fuego azul a su favor, los cuales utiliza para explotar e incendiar objetos. Además, este mismo fuego lo ocupa para “equipar” a sus armas, como por ejemplo su monopatín y su bate de béisbol.
Cuando está muy molesto su cuerpo suele emanar un fuego que no logra controlar.
Su cuerpo también emana fuego; generalmente lo hacen sus manos y piernas, con las que suele golpear a la gente.
Como habilidades extra podría destacarse su gran fuerza, velocidad y capacidad para saltar, cosas que aprendió estando con los HOMRA.
Debilidades: Inteligencia: Hay algo que Yata jamás a puesto en batalla y muchas veces le juega en contra… El cerebro. Nunca piensa en estrategias ni organiza trabajos en equipo, podría decirse que cuando su ira toma posesión de su cuerpo seguramente nadie podrá detenerlo hasta que haya un knockout en alguno de los dos bandos.
Además, como si esta no fuese una debilidad poco conocida, sus amigos son su principal desventaja. Por muy enojado que se encuentre, Misaki jamás pelearía si la vida de un amigo suyo estuviese en juego, cosa que lo hace ver vulnerable ante su enemigo.
Por el otro lado están las chicas. Por divertido que suene esto, a Misaki le cuesta un montón dañar a las mujeres que no conoce, puesto que, como ya se dijo en la descripción psicológica, para él son cristales frágiles que hay que tratar con respeto y darles buenos tratos. Cosa que él no puede garantizar y por ello trata de evitarlas.
Por último están sus impulsos. Cuando se vuelve salvaje al pelear puede tornarse un poco tosco e incluso torpe con sus ataques.
¿Y cómo llega a este estado? Si lo cabrean en exceso. Si su rival lo hace enojar hasta tal punto en el que ya no es consciente de lo que hace, Misaki podría entrar a un estado crítico en el que podría llegar a perder por su propia incompetencia.
Historia: Yata fue una extraña mezcla entre Hades y una noble procedente de la familia Omega, razón por la que es portador de los dos tipos de fuego, el azul y el rojo.
Durante sus primeros años fue criado por su padre, puesto que su madre fue considerada como una traicionera por haber dado a luz al hijo de Hades, siendo asesinada poco después del alumbramiento de Misaki.
A los ojos de su padre, el pequeño moreno no fue nada más que una divertida rata de laboratorio, cuya capacidad para crear fuego fue puesta al límite, o incluso más allá de eso. Su padre lo obligó a incendiar pueblos y ciudades completas pertenecientes a los renegados, con el simple deseo de probar que tan lejos podía llegar un descendiente de dos familias con elementos paralelos.
Y eso le desagradó al pequeño.
A los doce años, Misaki escapó de casa y se fue a vivir a los barrios bajos del pueblo mundano, esperanzado de que en ese lugar jamás sería reconocido. Sólo le temía a que otra gente lo reconociera, puesto que sabía que Hades ya había perdido todo el interés que alguna vez tuvo en su hijo, a pesar de que su experimento había dado maravillosos resultados, los cuales podrían utilizarse fácilmente como armas de guerra.
Un año después de su huida, Yata fue acogido por un grupo de gángsteres apodado como HOMRA, en donde conoció a sus primeros amigos que luego le inculcaron el arte del skate y le enseñaron el estilo de la pelea callejera. El líder del equipo, apodado como “Rey Rojo”, fue un heredero lejano de la familia Omega, y éste mismo le enseñó a Misaki –ahora llamado Yatagarasu- todo lo que le faltaba por aprender sobre el arte del fuego rojo -fuego que utiliza casi siempre puesto que aún tiene poco control sobre el fuego azul del inframundo-. Su padre jamás le enseñó a ocupar el fuego azul como se debía, sólo le explicó a causar destrucción y catástrofes a todo lo que lo rodeara,cosa que Misaki trató de evitar todo lo que pudo.
Yata pasó unos largos cinco años con esta banda, metiéndose en toda clase de peleas y persecuciones con otras bandas callejeras que lo llenaron de adrenalina y una felicidad que jamás sintió estando junto al impasible de Hades.
Pero bueno, todo sueño tiene su fin.
Cuando Yata cumplió diecisiete años, su raza volvió para llevárselo, y esta vez no tendría escapatoria.
Nunca se lo esperó, todo había comenzado como un tranquilo día en el que se le encomendó entregar un encargo a un pueblo cercano, encargo que se tornó mucho más oscuro de lo que se podría haber imaginado. La misión fue exitosa, no hubo ningún error en ella… Lo malo fue lo que se encontró al volver de su trabajo.
Se llevó a cabo una masacre, y el pobre de Yata había llegado muy tarde como para ayudar. Ni siquiera pudo reaccionar.
Cadenas, mordazas, esposas, tranquilizantes… Apenas cruzó la puerta para ingresar a la guarida de su banda lo aprisionaron y lo tiraron como a un perro faldero dentro de la prisión de la familia Eta. Al igual que a su madre, se le culpó de traición y se esparció el rumor de que se había unido a la familia Omega, para proteger el orgullo de su ya difunta progenitora.
Misaki se mostró reacio a aceptar su juicio y quemó todo lo que se cruzaba en su camino con tal de ser libre otra vez, pero no tuvo muchas opciones entre las cuales escoger, ya que la posibilidad caía en convertirse en el próximo noble de su familia o ser asesinado.
Y como no quería morir aún, terminó aceptando de muy mala gana el puesto que le correspondía.
El primer año en el castillo fue un infierno para el joven moreno. Se le rodeó de papeles y documentos que tenía que revisar y firmar minuciosamente, además de que todos los días del año se volvieron monótonos. Las mismas reuniones, conferencias, lazos... Nunca nada cambiaba.
Con el tiempo comenzó a pensar seriamente sobre una segunda huida, aunque no fue necesaria ya que en ese instante apareció él. Fushimi Saruhiko.
Misaki lo odió desde el instante en el que posó su mirada sobre él. Cínico, sarcástico, pensativo, alto… Era el polo opuesto de Yata.
Desde que se conocieron se iniciaron las incontables peleas y una gran cantidad de desacuerdos que conllevaron a la destrucción de muchas construcciones de la ciudad, cosa que llenó de emoción a Misaki.
Se sintió llenó de vida una vez más.
Luego de la aparición del “Mono” -como le dice él-, empezaron a suceder sucesos que poco a poco comenzaron a revivir el estado de ánimo del pequeño, empezando con la noticia de que la gran mayoría de los HOMRA habían sobrevivido a la masacre que se llevó a cabo hace dos años, invitando a Yata nuevamente a su pandilla, cosa que aceptó sin rechistar, a pesar de que mantuvo su posición como noble sólo para que no se repitiera lo de la última vez.
Curiosidades:
- Tiene un gato negro que lo persigue a donde quiera que vaya, al cual llamó Naru.
- En el pecho, cerca de la clavícula, tiene tatuado el signo de su pandilla.
- Suele cantar en su tiempo libre.
Veni, vidi, vici
Serie: Project K
Nombre original del personaje: Yata Misaki
Nombre del Personaje: Yata Misaki
Raza: Semidiós
Rango: Noble
Familia a la cual pertenecen o sirven: Eta
Edad: 19 años
Sexualidad: Fushimisexual <3 okno, Bisexual.
Descripción psicológica: Existen millones de palabras con las que se podría describir a Misaki, pero las que más se pronuncian a sus espaldas son sólo dos. Se le describe como un chiquillo irritante y testarudo.
Primero que todo, a Yata jamás se le puede llamar Misaki. Odia su nombre con todo su ser, puesto que a sus propios oídos suena como nombre de chica, y él, siendo un chico de estatura baja, siempre ha tratado de mostrarse como un hombre rudo e inmisericorde. Cosa casi imposible, claro está.
Además, tiene severos problemas de ira. Cualquier insulto que vaya dirigido tanto a él como al jefe de su banda callejera no pasará inadvertido sin antes recibir una gran y bien merecida paliza.
Anexo a todo, Yata también es un muy mal líder. No sabe idear planes y la mayoría del tiempo se deja llevar según sus impulsos salvajes. Suele vérsele enojado y con el ceño fruncido, como un viejo cascarrabias que despliega un constante aire de mala leche.
Aunque uno pueda suavizarlo y logre ganar su confianza, Misaki seguirá siendo igual cerrado y enojón como lo es con los desconocidos, ya que hay ciertos aspectos que sin importar cuánto uno intente de cambiar se mantendrán iguales. Pero, a pesar de que se diga esto, Yata no dudaría ni siquiera un segundo en ayudar a sus amigos.
Por el otro lado, está su problema con las mujeres. Sin importar cuánto trate de ser cruel con ellas siempre titubeará o no sabrá cómo reaccionar, ya que desde que era pequeño nunca tuvo contacto con las chicas, haciendo que éstas se convirtieran en un invaluable objeto en la mente del chico.
Además, puede ser muy emocional con lo que le apasiona, llegando a ser algo extremista.
Descripción física: A pesar de que Yata insiste y cree plenamente que es un hombre maduro, tiene tres desventajas que apuntan a lo opuesto, entre ellas está su estatura, su peso corporal y su ropa.
A pesar de ser un joven universitario de 19 años, Misaki es extremadamente chaparro, llegando a medir un escaso metro con sesenta y siete centímetros. Además, es insólitamente delgado, y no sobrepasa los cincuenta y cinco kilogramos.
Aunque exteriormente no posee musculatura que exponer, en el fondo puede considerársele como un chico bastante fuerte, siendo capaz de manejar a toda una banda de criminales utilizando sólo sus puños.
Su piel es tersa cual piel de bebé, cosa que podría agregarse a la lista que considera como “contras” según él.
Por el otro lado, su cabello es lacio, corto y castaño, además está peinado hacia abajo y las puntas terminan en picos hacia el exterior. Sus ojos, combinables con su cabello, son de un suave color avellana, aunque casi siempre se le ve con el ceño fruncido y una mirada intimidante.
Acerca de su ropaje, suele vérsele con una vestimenta extremadamente holgada, que constituye de una camisa blanca de cuello negro con corte en v cuyas mangas llegan hasta el antebrazo, unas bermudas color verde oscuro, unos calcetines negros y unas zapatillas azules con caña alta. Además, siempre lleva una sudadera roja atada en la cintura, unos audífonos grandes alrededor del cuello, y una gorra negra que le cubre la mayoría del cabello.
A veces, cuando se quita su camisa blanca, se ve que lleva puesta una camiseta suelta color negra sin mangas por debajo.
Imagen:
- Spoiler:
Posesiones:
- Un par de audífonos grandes.
- Un bate de béisbol plateado.
- Un monopatín negro.
Habilidades: Yata tiene la capacidad de utilizar tanto el fuego rojo como el fuego azul a su favor, los cuales utiliza para explotar e incendiar objetos. Además, este mismo fuego lo ocupa para “equipar” a sus armas, como por ejemplo su monopatín y su bate de béisbol.
Cuando está muy molesto su cuerpo suele emanar un fuego que no logra controlar.
Su cuerpo también emana fuego; generalmente lo hacen sus manos y piernas, con las que suele golpear a la gente.
Como habilidades extra podría destacarse su gran fuerza, velocidad y capacidad para saltar, cosas que aprendió estando con los HOMRA.
Debilidades: Inteligencia: Hay algo que Yata jamás a puesto en batalla y muchas veces le juega en contra… El cerebro. Nunca piensa en estrategias ni organiza trabajos en equipo, podría decirse que cuando su ira toma posesión de su cuerpo seguramente nadie podrá detenerlo hasta que haya un knockout en alguno de los dos bandos.
Además, como si esta no fuese una debilidad poco conocida, sus amigos son su principal desventaja. Por muy enojado que se encuentre, Misaki jamás pelearía si la vida de un amigo suyo estuviese en juego, cosa que lo hace ver vulnerable ante su enemigo.
Por el otro lado están las chicas. Por divertido que suene esto, a Misaki le cuesta un montón dañar a las mujeres que no conoce, puesto que, como ya se dijo en la descripción psicológica, para él son cristales frágiles que hay que tratar con respeto y darles buenos tratos. Cosa que él no puede garantizar y por ello trata de evitarlas.
Por último están sus impulsos. Cuando se vuelve salvaje al pelear puede tornarse un poco tosco e incluso torpe con sus ataques.
¿Y cómo llega a este estado? Si lo cabrean en exceso. Si su rival lo hace enojar hasta tal punto en el que ya no es consciente de lo que hace, Misaki podría entrar a un estado crítico en el que podría llegar a perder por su propia incompetencia.
Historia: Yata fue una extraña mezcla entre Hades y una noble procedente de la familia Omega, razón por la que es portador de los dos tipos de fuego, el azul y el rojo.
Durante sus primeros años fue criado por su padre, puesto que su madre fue considerada como una traicionera por haber dado a luz al hijo de Hades, siendo asesinada poco después del alumbramiento de Misaki.
A los ojos de su padre, el pequeño moreno no fue nada más que una divertida rata de laboratorio, cuya capacidad para crear fuego fue puesta al límite, o incluso más allá de eso. Su padre lo obligó a incendiar pueblos y ciudades completas pertenecientes a los renegados, con el simple deseo de probar que tan lejos podía llegar un descendiente de dos familias con elementos paralelos.
Y eso le desagradó al pequeño.
A los doce años, Misaki escapó de casa y se fue a vivir a los barrios bajos del pueblo mundano, esperanzado de que en ese lugar jamás sería reconocido. Sólo le temía a que otra gente lo reconociera, puesto que sabía que Hades ya había perdido todo el interés que alguna vez tuvo en su hijo, a pesar de que su experimento había dado maravillosos resultados, los cuales podrían utilizarse fácilmente como armas de guerra.
Un año después de su huida, Yata fue acogido por un grupo de gángsteres apodado como HOMRA, en donde conoció a sus primeros amigos que luego le inculcaron el arte del skate y le enseñaron el estilo de la pelea callejera. El líder del equipo, apodado como “Rey Rojo”, fue un heredero lejano de la familia Omega, y éste mismo le enseñó a Misaki –ahora llamado Yatagarasu- todo lo que le faltaba por aprender sobre el arte del fuego rojo -fuego que utiliza casi siempre puesto que aún tiene poco control sobre el fuego azul del inframundo-. Su padre jamás le enseñó a ocupar el fuego azul como se debía, sólo le explicó a causar destrucción y catástrofes a todo lo que lo rodeara,cosa que Misaki trató de evitar todo lo que pudo.
Yata pasó unos largos cinco años con esta banda, metiéndose en toda clase de peleas y persecuciones con otras bandas callejeras que lo llenaron de adrenalina y una felicidad que jamás sintió estando junto al impasible de Hades.
Pero bueno, todo sueño tiene su fin.
Cuando Yata cumplió diecisiete años, su raza volvió para llevárselo, y esta vez no tendría escapatoria.
Nunca se lo esperó, todo había comenzado como un tranquilo día en el que se le encomendó entregar un encargo a un pueblo cercano, encargo que se tornó mucho más oscuro de lo que se podría haber imaginado. La misión fue exitosa, no hubo ningún error en ella… Lo malo fue lo que se encontró al volver de su trabajo.
Se llevó a cabo una masacre, y el pobre de Yata había llegado muy tarde como para ayudar. Ni siquiera pudo reaccionar.
Cadenas, mordazas, esposas, tranquilizantes… Apenas cruzó la puerta para ingresar a la guarida de su banda lo aprisionaron y lo tiraron como a un perro faldero dentro de la prisión de la familia Eta. Al igual que a su madre, se le culpó de traición y se esparció el rumor de que se había unido a la familia Omega, para proteger el orgullo de su ya difunta progenitora.
Misaki se mostró reacio a aceptar su juicio y quemó todo lo que se cruzaba en su camino con tal de ser libre otra vez, pero no tuvo muchas opciones entre las cuales escoger, ya que la posibilidad caía en convertirse en el próximo noble de su familia o ser asesinado.
Y como no quería morir aún, terminó aceptando de muy mala gana el puesto que le correspondía.
El primer año en el castillo fue un infierno para el joven moreno. Se le rodeó de papeles y documentos que tenía que revisar y firmar minuciosamente, además de que todos los días del año se volvieron monótonos. Las mismas reuniones, conferencias, lazos... Nunca nada cambiaba.
Con el tiempo comenzó a pensar seriamente sobre una segunda huida, aunque no fue necesaria ya que en ese instante apareció él. Fushimi Saruhiko.
Misaki lo odió desde el instante en el que posó su mirada sobre él. Cínico, sarcástico, pensativo, alto… Era el polo opuesto de Yata.
Desde que se conocieron se iniciaron las incontables peleas y una gran cantidad de desacuerdos que conllevaron a la destrucción de muchas construcciones de la ciudad, cosa que llenó de emoción a Misaki.
Se sintió llenó de vida una vez más.
Luego de la aparición del “Mono” -como le dice él-, empezaron a suceder sucesos que poco a poco comenzaron a revivir el estado de ánimo del pequeño, empezando con la noticia de que la gran mayoría de los HOMRA habían sobrevivido a la masacre que se llevó a cabo hace dos años, invitando a Yata nuevamente a su pandilla, cosa que aceptó sin rechistar, a pesar de que mantuvo su posición como noble sólo para que no se repitiera lo de la última vez.
Curiosidades:
- Tiene un gato negro que lo persigue a donde quiera que vaya, al cual llamó Naru.
- En el pecho, cerca de la clavícula, tiene tatuado el signo de su pandilla.
- Suele cantar en su tiempo libre.
Veni, vidi, vici
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- Homo homini lupus.
Yata Misaki- Familia Eta
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